miércoles, 25 de noviembre de 2015

CUANDO EL SER HUMANO INHUMANO OLVIDA EL SIGNIFICADO DE "RESPETO"

Nos empeñamos en pensar que está todo arreglado con reivindicar las causas una vez al año. Nos auto engañamos pensando que por gritar a los cuatro vientos que no debe ocurrir, el problema está arreglado. Sí, el problema. No es UN problema, es EL problema. Uno de tantos, sin duda alguna, pero este problema incluye el hecho, en paralelo, de que el hombre o mujer que es capaz de maltratar a otro ser humano incluso hasta el punto de quitarle la vida, es capaz de cualquier otra atrocidad. 

Como dije ayer en una publicación, los que me dicen que tienen fe en la raza humana, me los quedo mirando con cara de "bueno, sí, vale, estoooo... ejem". Siento generalizar, porque soy consciente de que, afortunadamente no todo el mundo es así, pero ya van tantas desgracias generadas por el ser humano en estos últimos meses... años... siglos... que uno piensa si no sería mejor empezar de cero y quedarnos en el Paleolítico. Y cuando empiezas a volver a creer en las personas... otro atentado, otra desgracia, otro genocidio, otra atrocidad…  otra gilipollez humana del ser humano inhumano.



Hace un año escribí: ”Jamás entenderé las mentes enfermas que dañan por placer. Seres humanos que se regocijan con la sin razón de maltratar por mera diversión o por el descontrol de su mente trastocada. Poniendo encima de la espalda ajena el peso de la desgracia. La carga involuntaria de la culpabilidad y el miedo de quienes lo padecen. La carga casi eterna de la negación que habita en quienes lo sufren.

Y a su alrededor, quienes la congoja y la impotencia les ahoga en muchos casos. Otros, la ignorancia, el silencio y el desconocimiento. Algunos, afortunadamente, la valentía de dar pasos. Esos que deben empezar por quienes la tortura les consume la personalidad y su propia existencia día tras día.

Hay que hacer entender que no se está solo. Hay que concienciar año tras año, día a día, segundo a segundo, que las heridas físicas se curan pero otras matan. Las heridas psicológicas a veces permanecen aletargadas hasta que algo las despierta. Pero se superan demoliendo los recuerdos de lo que silenció esa vida durante un tiempo finito. Nadie es dueño de tu vida para destruirla.”

Y es que cuando perdemos nuestros principios, le sigue la pérdida de nuestros valores. Y en consecuencia, la propia personalidad y condición humana. Y sin ésta, la esencia de cada uno de nosotros es inexistente.


Somos la suma de nuestras experiencias, pero también lo que hacemos con ellas después de vivirlas, a veces, en demasiadas ocasiones, condicionadas por nuestro alrededor. La vida es para vivirla, no para verla pasar, pero sobre todo, la vida es para RESPETARLA, la nuestra, por supuesto, pero también la ajena.


lunes, 19 de octubre de 2015

ESE MONSTRUO CAPAZ DE ROBARNOS LA VIDA...

Hace justo un año, el 19 de octubre de 2014, publiqué esta reflexión personal que hoy traslado a mi blog de reflexiones, puesto que por aquél entonces éste no había nacido aún. Sigo pensando lo mismo, sintiendo lo mismo y, lamentablemente, viviendo en el mismo tipo de país que no aprende... 


"MI REFLEXIÓN PERSONAL EN EL DÍA MUNDIAL DEL CÁNCER DE MAMA. No pienso poner un lazo rosa, hoy pongo la imagen de un caso real entre millones. Esta foto es una MUJER REAL, y ha vivido, sufrido y padecido cáncer de mama. Me quedo con su sonrisa y lucha ganada.

Parece que hoy todo el mundo se acuerda del DÍA MUNDIAL DEL CÁNCER DE MAMA. Pero resulta irónico cuando éste perdura el resto de los 365 días del año. Sí, es cierto, hoy escribo sobre ello porque es 19 de Octubre, el día en el que se despiertan todas las conciencias porque es la fecha que marcaron en el calendario para hacernos memoria de su existencia. Pero yo me acuerdo cada día, porque nadie está exento de ello.

A veces deberíamos hablar menos y actuar más. Tener menos miedo y actuar más. Tener más conciencia y actuar más. Buscar más tiempo... para prevenir más.

En algunos países, incluso menos desarrollados que el nuestro, las revisiones son a partir de los 40 años. Hace poco más de dos meses publiqué este post http://goo.gl/bnBRjG quejándome de la Seguridad Social de este país, digo, proyecto a país, donde explicaba precisamente, entre otras cosas, la imprudencia de hacerse revisiones de pecho a partir de los 50 años que recomiendan los médicos en la Comunidad de Madrid. El cáncer de mama puede aparecer incluso con 30… o menos. A los 50 años, en el supuesto que me lo detectaran, probablemente ya me habría quedado sin un pecho… o ambos… o la vida entera.

Me parece aberrante que no se tomen medidas para prevenir una de las mayores causas de muerte entre mujeres, aunque los hombres lo sufren también pero en un porcentaje muy inferior. Así nos va en este puto país… sí, dije puto país porque no merece otro adjetivo gracias a las sucias manos que nos gobiernan, dejando de lado las prioridades de su pueblo, del ser humano, para llenarse la boca de mentiras y los bolsillos con nuestro dinero. Luego somos pioneros en muchas investigaciones sobre enfermedades, por supuesto, pero no gracias a ellos. Aunque no entraré en detalles que todos sabemos.

Foto: The scar project Jill Feldman

Buenos días a tod@s, sobretodo a aquellos hombres y mujeres, en mayor cuantía las segundas, que lo han sufrido, que lo sufren o que lo sufrirán. Esas luchadoras insaciables, esas incansables guerreras que batallan a diario contra la mayor de sus guerras, a veces perdiendo la vida por aferrarse a ella. Verdaderas heroínas a las que admiro cada segundo del día, cada momento del año… cada instante. Y aunque dejen de estar entre nosotros, su pelea ha sido hasta la saciedad, y no ha sido en vano… Nadie está exento de ello. Por esos 365 días de concienciación y prevención. No estás sola, no estamos solas.” 




lunes, 21 de septiembre de 2015

Si algún día tengo Alzheimer, no quiero olvidar mis recuerdos... es lo único que me llevaré cuando ya no esté.

Hoy es el DÍA MUNDIAL DEL ALZHEIMER. Hace un año publiqué esta reflexión personal que reitero de nuevo después de este párrafo. El ser humano es quien debe cuidar al ser humano. Debemos facilitarnos el camino de la vida de manera más llevadera, y cuánto más nos necesitan por sus debilidades, más humanos debemos ser con quienes requieren de nuestra lucidez, ayuda, comprensión y compasión. Pero sobre todo, RESPETO Y AMOR.

”Hoy nadie se acuerda de las mentes perdidas. Esas mentes que a través del tiempo dejaron de ser conscientes de la realidad, evadiéndose sin propia voluntad a un pasado que el recuerdo les ha marchitado las experiencias vividas.

Esas mentes que el agotamiento del hacer se las ha ido llevando en el andar de su propia existencia. Esos seres humanos indefensos ante el poder que radica en esa mente compleja que descontrola los impulsos… llevándolos a su merced.

Esas esencias indefensas que traducen el pasado en presente, y el presente en futuro incierto. Esa degeneración de los pensamientos, de la edad de las historias, del temple adquirido a lo largo de la vida, del sendero de la misma que, arduo, les conlleva el agotamiento.

Esos seres humanos, esas personas, seres con sentimientos que en su día nos conocieron, nos cuidaron, nos quisieron… esos seres tiernos que ahora, justo ahora, es cuando más nos necesitan. Hoy es el DÍA MUNDIAL DEL ALZHEIMER, pero su lucha y el cuidado de éstos, es CADA DÍA.

Si algún día tengo Alzheimer, procurad que no olvide mis recuerdos. Porque al final, es lo único que me llevaré cuando ya no esté."




Fotos: Google Search


sábado, 5 de septiembre de 2015

Revivir cada día para que no se marchite... la vida.

El paso del tiempo consume las horas, los minutos, los segundos... y la esencia de lo consumido. Cubre con nostalgia el paso del tiempo, ese que se disipa cuando el camino está lleno de obstáculos que la existencia deshabita. Vacíos que permanecen latentes porque no los borramos, sólo los tapamos.

La sin razón de lo vago, de lo transeúnte que deambula entre la sociedad marchitada. Esa sin razón de los golpes que da la vida y que dejan en silencio lo compartido, las experiencias que no enseñan porque lo sabido no sirve. No al menos para el aprendizaje que quedó en el letargo... sin utilidad porque lo cubrimos de polvo, de historias banales que ocupan espacio que no aporta.

Veo transcurrir el veloz tiempo ante mi vida. Nostalgia de un presente porque el pasado ya está vivido. Temores de un futuro que aún está por llegar pero que se controlan siempre que son compartidos.

En un lado, tú. En el otro, la vida. Y entonces decides fusionar el deseo de tus sueños con la realidad que dibujas a cada paso. El resultado es el aprendizaje de lo incomprensible, de lo inerte, de lo que muere en el camino y de lo que haces revivir cada día para que no se marchite.


miércoles, 1 de julio de 2015

Tomar DECISIONES para ser MEJORES PERSONAS

Hace un año, exactamente el 26 de junio de 2014, escribí algo que quiero recordar, y me gusta hacerlo... recordarlo para no olvidar que nada es eterno, que el ser humano debe aprender de sus caídas para transformarlas en aprendizaje. Y porque sentimientos y sensaciones como estas no se viven una única vez en el transcurso de nuestras vidas. Es necesario experimentar y revivir estas sensaciones SIEMPRE.

"Al final, todo cae por su propio peso, lo bueno y lo malo, en mayor o menor medida. El tiempo transcurre y las circunstancias se mueven al vaivén de nuestras decisiones.

Nada es infinito, y mientras dure, es necesario cuidarlo y procurar vivirlo con intensidad. Porque nunca sabes cuán fugaz puede ser un momento... a menos que tengas la capacidad de manipularlo para tu conveniencia egoísta. Y en dicho caso, casi siempre hay daños colaterales.

Todo esfuerzo merece una recompensa. No solo a nivel laboral, la mayoría de veces, incluso, más a nivel personal. Los sacrificios son recompensados. Las actitudes, más aún. Pero enmendar errores para ser mejor persona no tiene precio más que la recompensa de evolucionar para llegar a vivir más tranquilos y con una conciencia más limpia.

Hoy he leído:
- ¿Tú qué tomas para ser feliz?
- ¿Yo? Decisiones.

Nada más que añadir..."

Foto: Autor desconocido

Y es que todo en esta vida se podría resumir en decisiones y emociones. Nos pasamos la vida tomando decisiones, incluso las cucharadas de azúcar que ponemos en el café ha sido previamente estudiado y decidido. 

La grandeza de nuestras decisiones solo depende de cuán grandes queremos llegar a ser como personas. Ya no a nivel profesional, porque esto es parte de una ambición personal tan lícita como cualquier otra mientras no se dañe a lo ajeno. Si no a nivel personal como seres humanos. 

Hemos llegado a un punto donde es necesario humanizar lo que se presupone que ya está humanizado y que, lamentablemente, no siempre es así. Nos toca ser parte de nuestra naturaleza más emotiva para poder ser parte de un ecosistema que necesita personas, no etiquetas impuestas por una sociedad cada día más degradada.



domingo, 21 de junio de 2015

Días que todo te puede... hasta que descubres que todo es aprendizaje y humanidad.

Lo de que Facebook te recuerde publicaciones de años pasados tiene su parte positiva. De esta manera he recordado que el 18.06.14 escribí la siguiente reflexión que sigo ratificando. 

Sencillamente, porque somos humanos. Porque esos días oscuros siguen formando parte de nuestro ser, y así, sin más, aprendemos a conocernos más y mejor. Nuestras flaquezas y nuestras fortalezas en una única existencia, compartida, por supuesto, pero... al fin y al cabo, como suelo decir, somos tan perfectamente imperfectos... Aquí os la dejo:

”De repente, descubres que hay días en los que todo te puede. Todo te agota. Todo te consume. Todo cuanto creías tener controlado se descontrola, se ofusca, se enquista, y se disipan incluso las ideas más claras de tu propia existencia.

Días en los que descubres que apagas la luz y lo sigues viendo del mismo color monocromático que había estado pintando tu día, tu anterior noche. Descubres tus flaquezas, tus debilidades, tus miedos que no viven en simbiosis con los que hasta entonces sí lo habían hecho.

Y de pronto, el descanso. Y con él, el Oxígeno. Te calma, te sosiega, te tranquiliza y te entiende, te comprende y te apoya. Y aunque la complejidad de cada uno de nosotros es sumamente única y personal, a veces solo es necesario saber que hay un hombro donde sollozar, un regazo en el que descansar el agotamiento de las guerras transcurridas sin tregua.

Entonces te percatas de que todo lo vivido es positivo. Que todo cuanto has sufrido tiene su recompensa porque, a pesar de las batallas ganadas y de las luchas vencidas, aún hay un resquicio de humanidad en nuestro respirar y más aún en nuestro latir. Y te das cuenta que, el ser humano inhumano, también es parte de nuestros sentimientos más escondidos, incluso de los más animales."


Foto: Michal Zahornacky

martes, 26 de mayo de 2015

Los miedos... esos enemigos amigos.

Sin más, nuestros miedos se apoderan de nosotros, en el momento menos pensado, en las circunstancias menos esperadas... y llegan, claro que llegan. Por nuestras incertezas, por nuestra desconfianza, por nuestra inseguridad, por pensar que no podemos, que no somos capaces con lo que nos deparan algunas situaciones.

¿No os habéis parado a pensar que los miedos son, simple y meramente creados por nosotros mismos? Esos monstruos interiores que nuestra brillante e ilimitada imaginación, a veces un tanto distorsionada, es capaz de mimetizar con el resto de nuestra personalidad si se lo permitimos.

Marie Curie decía que en la vida no debemos temer nada... sólo debemos comprender. Y aquí ando yo, justo en el este punto que partió ya hace años, cuando aprendí a entender mis temores, mis miedos. He comprendido que no debo luchar contra ellos, sino con ellos, hasta apaciguar su agonía y su ansiedad, que no es más que la mía propia.

Foto: Diana Dihaze

Los miedos hay que comprenderlos, entenderlos y lidiar con ellos. Debemos ser capaces de aprender a subsistir retroalimentándonos para nuestra propia supervivencia. Debemos aprender a vivir en simbiosis. Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y el mayor enemigo de uno mismo, es uno mismo. 

Woody Allen, con un humor sarcástico e irónico como su propia persona, dice que el miedo es su compañero más fiel, puesto que jamás lo ha engañado para irse con otro. Ciertamente querido Woody... ciertamente. Es otra forma de aprender a superar las circunstancias adversa.


domingo, 24 de mayo de 2015

Freud, mi mamut epiléptico... y me convertí en inmune para salvarle la vida

Hoy es el DÍA NACIONAL DE LA EPILEPSIA. No tengo un hijo epiléptico, ni un familiar, ni un amigo ni tampoco un conocido... TENGO UN PERRO EPILÉPTICO.

Ahora que ya todo está más o menos normal, puedo decir con tranquilidad que este mes está terminando bien, por fin, y me siento feliz y calmada!!

Hace un mes, mi perro Freud, con un año y tres meses, tuvo a lo largo de un mismo día 3 ataques epilépticos. Hace dos meses tuvo el primero, justo después de morir mi gata, de quien tenía una devoción exagerada por ella. Bueno, tanto Freud como yo sentíamos un gran amor por ella, sinceramente. Antes no nos dejó la gata, pasamos dos semanas horribles, afectándonos de sobre manera tanto al mamut, como a mi.

El caso es que al día siguiente, ya tranquilos, Freud sufrió un ataque epiléptico durante la madrugada. Fue horroroso. No se lo deseo a nadie en el mundo, ni a mi peor enemigo si lo tuviera (seguro que hay alguno, pero para el caso, no me importa). Me asusté tanto o más que el perro, que después del ataque y el episodio de convulsiones, estaba totalmente ido, desorientado y desubicado. Yo estaba temblando, asustada, impotente, y llorando por no saber cómo actuar. A pesar de haber sido auxiliar veterinaria, no es lo mismo tratar a los de los otros que al tuyo propio y más la primera vez.

Después de lo de ese lunes creo que ya me he hecho inmune. Pero esa primera noche Freud me gruñó en 4 o 5 ocasiones siempre que le llamaba por su nombre, intentando calmarle. Nunca antes lo había hecho. Pasaron minutos que parecieron horas. El tiempo parecía no pasar… fue una situación eterna que jamás olvidaré. Hasta que al rato se acercó a mi. Miedoso, desconfiado… y yo desde el otro lado de la barrera que tengo en las escaleras que van de la planta principal a la planta del despacho y el dormitorio.




Soy de las que piensan que los perros sí son racionales. Sino, a santo de qué nos comprenderían, sentirían nuestras emociones, nuestras sensaciones, nuestros estados anímicos. Si bien es cierto que en estados de desconcierto como el que se encontró Freud, su instinto animal salió a flote para sustituir la racionalidad existente en la mayoría de casos. Totalmente comprensible. Freud activó su estado de defensa ante su desorientación y el hecho de no reconocerme. 

Esa noche no dormí. Pendiente de cada ruido, de cada movimiento, e incluso del miedo a que le diera un ataque agresivo. Me encerré en la habitación. 

Y transcurrieron los días, y en Talamanca de Jarama, el pueblo donde vivo, empezaron las fiestas. Dos semanas de petardos, de música cual discoteca metida en casa, los ruidos estruendosos, los borrachos sin ética, educación ni civismo. Dos semanas de entradas y salidas del portal, portazos va que te viene todo el día… y la noche. Y por fin terminaron, el domingo de hace un mes. Y cuando volvió la calma, con ella el lunes y los tres ataques que he mencionado inicialmente. Otra situación que, además de hacerme inmune, además de hacerme fuerte, fría y calculadora para la próxima, también me ha enseñado mucho.

Esta vez fue diferente. Fueron ataques muy intensos pero más breves. Y su desorientación menor. Incluso cuando se incorporaba, venía en mi búsqueda, como el hijo que necesita a su madre cuando se encuentra mal. Ese instinto que tenemos de la necesidad de protección para el sosiego. Y así lo interpreté yo. No sé si será esto, pero si no lo es, no quiero saberlo. Quiero vivir con mi ignorancia en este caso, pensando que Freud me necesitaba y sabía que conmigo estaba a salvo. Y lo está. Porque mientras yo esté cuidando de él, mientras mi casa sea su casa, a Freud no le faltará de nada, como tampoco le faltó a la gata. 



No tengo un hijo epiléptico. No tengo un familiar epiléptico ni tampoco un amigo. Tengo un perro epiléptico que convive conmigo y de quien me ocupo que no le ocurra nada. Este mes ha sido duro, intenso, estresante y con momentos de querer tirar la toalla, entre veterinarios, pruebas, medicamentos y demás historias, y entre otras cosas porque le surgió de nuevo la ansiedad por separación que hacía casi un año que ya no tenía. Estas situaciones me han enseñado a tener más paciencia de la que imaginaba. A cambiar el chip. Freud no es mi hijo, es mi perro, y debo (deberíamos todos los dueños de perros) entender que si se le trata como a un hijo le perjudicamos emocionalmente. Freud está más tranquilo cuando recibe el cariño justo y el juego justo. No el exceso de ello.

Los animales son más agradecidos que los seres humanos. Y Freud, mi mamut epiléptico, me lo demuestra a diario. Es un perro feliz. Nos queda tantísimo por aprender...




domingo, 3 de mayo de 2015

Día de la Madre. Esos SERES IMPERFECTAMENTE PERFECTOS...

A ver si dejamos de decir solo cosas bonitas de las madres en "su Día" y también ponemos color a su lado oscuro... que lo tienen. Sí, sin duda son las heroínas de la casa, pero además, son plastas y pesadas por culpa de su amor incondicional y sobre protector. Y eso las hace más humanas, más queridas, más imprescindibles y más imperfectamente perfectas. Y no hoy, sino CADA DÍA!!!

Luchadoras, trabajadoras, cabezotas, tercas y testarudas. Chillonas, agobiantes, pesadas e incluso con un Master en detectar mentiras y problemas. Sí, sí, lo tienen!! Huelen a millas cuando ocurre algo solo descolgando el teléfono cuando te llaman.

- Hola hija, ¿qué tal? Hace días que no hablamos.
- Hola mamá.
- ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? ¿Ocurre algo? ¿Te ha pasado algo? ¿Estás enferma? ¿Triste? ¿Preocupada?
- O.O estoooo... (mi madre me ha puesto una cámara oculta y un radar de la NASA, seguro...) #OMG

Tienen un don... o mil!!! Tienen súper poderes que las hacen únicas. Sin las madres, este mundo sería un lugar vacío (en todos los sentidos).

Foto: Chapas PowerPrint

Hay verdades Universales que envuelven a una madre. Si no fuera por la pesada y plasta de mi madre con el zumo de naranja que me prepara cada vez que voy a visitar a mis padres y a dormir en su casa, mi zumo no valdría nada. Ellas lo son TODO. Son tu madre, tu protectora, tu defensora, tu heroína, quien te cuida, quien te enseña, quien te educa, quien te hace aprender los valores para ser buena persona... quien te regaña, quien, en realidad, es más permisiva que tu padre (otra verdad Universal... como tantas otras).

Foto: Google Search

Y si no fuera por las madres, al menos la mayoría (y me incluyo), no seríamos quienes somos. A la mía le debo la vida, no una vez, sino dos, por las circunstancias de hace ya muchos años. Y era ayer cuando me perdías y no me soltaste. Te agarraste a mi de la forma más indescriptible, más incondicional, más extraordinaria, más humana... más tú. A pesar de las consecuencias, nadando contracorriente, luchando por sobrevivir en medio de la tormenta. Pero como siempre me has enseñado, cada día sale el sol.

Ningún ser humano es capaz de hacer lo que hace una madre por sus hijos. Fueron momentos duros que los recordamos como una anécdota más para nuestro aprendizaje en este camino llamado vida. Y hoy, como podría ser mañana o hace tres días, o como puede ser dentro de dos meses, te doy las gracias una vez más, por ser y estar. Gracias por la familia que has creado, que habéis creado entre tú y papá.

No puedo estar más orgullosa de los padres y las hermanas que tengo. Sois mi vida, junto con el Gruñón... GRACIAS por ser mi aliento, mi punto de apoyo, quienes, cada uno a su manera, sois capaces de hacerme crecer cada día.


domingo, 26 de abril de 2015

Soñar y realizar. Dos palabras que deberían ir de la mano...

El viernes tuve una muy agradable y enriquecedora conversación profesional y personal como hacía tiempo que no tenía. Esas conversaciones que no hablan solo de trabajo sino de cómo somos nosotros en nuestra vida personal para trasladarla al terreno profesional. Al fin y al cabo, no es tanta la diferencia, sobre todo para los emprendedores, puesto que somos tan apasionados en un lado como en el otro. Lo damos todo incondicionalmente y sin reticencias, sin reservas. Aunque a veces eso conlleve decepciones.

Las decepciones forman parte del proceso. Forman parte de un aprendizaje que sin ellas, mirándolo bien y de forma meditada, no sería completo. Decepciones traducidas a caídas que forman parte de nuestra evolución. Esa transformación personal que nos ayuda a crecer, a mejorar como personas para, sin duda, ser también mejores en nuestro desarrollo y proceso profesional.

Y de esta persona he leído hoy "Solo están derrotados los que dejan de soñar". Y me ha hecho pensar. Soñar con algo puede ser una utopía. Algo que está ahí pero que por miedos y circunstancias no somos capaces de realizar. Debemos romper esas barreras mal entendidas que creamos nosotros mismos en nuestra existencia. SOÑAR y REALIZAR son palabras y hechos que deberían ir siempre de la mano.
Foto: Google Search

Y en un punto de esa conversación del pasado viernes, esta persona me recordó lo que tantos seres humanos que, a mi modo de ver, están incompletos (sea al nivel que sea), dicen cuando vas a hacer algo "Estás loco, no lo hagas". Él los llama "saboteadores de sueños", y razón no le falta. Es entonces cuando vuelvo a pensar en estas situaciones, y sigo creyendo que ahí reside nuestra capacidad para obviar esos comentarios y demostrarnos a nosotros mismos, antes que a los demás, que SÍ PODEMOS HACERLO. Todo es cuestión de ACTITUD, constancia y perseverancia.

¿Que me pego un porrazo? No pasa nada. Me levanto, me curo las heridas aunque sea a lametazos y sigo mirando hacia el frente con la cabeza bien alta. Porque una de las cosas más valiosas de esta vida, nuestra propia vida, es aprender de los errores de uno mismo. Y los únicos que tenemos la llave para realizar nuestros sueños, somos nosotros.

Foto: Google Search





miércoles, 22 de abril de 2015

Y seguimos maltratando quien nos da la vida... DÍA DE LA TIERRA

Hoy quiero recuperar la reflexión personal que escribí el año pasado en este mismo día. La fecha que hemos establecido como el DÍA DE LA TIERRA. Un día instaurado para recordar y concienciar, pero no os preocupéis, que mañana ya se nos habrá olvidado de nuevo.

Porque nada desde entonces ha cambiado. Seguimos siendo egoístas por naturaleza, imprudentes e inconscientes de una realidad que nos pisa el oxígeno a diario. Y seguimos maltratando quien nos da la vida...

Aquí os la dejo:

Foto: Google Search

"Dicen que hoy es el DÍA DE LA TIERRA. Y aquí estoy, riéndome de tal día como si fuera el Día de la Marmota. ¿Cómo que el Día de la Tierra? CADA DÍA deberíamos agradecer que ésta nos alberga en sus dominios y condominios. Que ésta es la que nos da sustento y agradecerle a diario nuestra propia existencia.

¿A cambio qué hacemos? La maltratamos negligentemente a cada instante, pensando que la naturaleza es eterna y que por dañarla egoístamente no pasa absolutamente nada. Somos unos hipócritas. Pensamos que con decir "ojos que no ven corazón que no siente" sobrevivimos a las catástrofes naturales que La Tierra nos devuelve en forma de pago por el daño causado.

Bien, sigamos destruyendo el mundo que nos cobija y nos alimenta. Sigamos maltratando indiscriminadamente fauna y flora... recursos naturales... e intoxicando nuestro propio oxígeno.
Y llegará el día que nos ahoguemos en nuestras propias manos manchadas de destrucción descuidada por nuestros errores del pasado y del presente. No podemos evitar los detrimentos ni las destrucciones pasadas, pero sí enmendar el presente para proteger el futuro... nuestro futuro."

Y hoy añado, no nos olvidemos jamás que nosotros somos los huéspedes, no nuestro planeta. Y por encima de todo le debemos un respeto que no le estamos teniendo en ninguno de los sentidos.

martes, 21 de abril de 2015

Mentiras... esa mala costumbre del ser humano.

No soporto a la gente mentirosa. Esa que se inventa excusas para quedar bien, para no decir las verdades. Esa gente que no merece perder un ápice de nuestro tiempo y que, por saber, por entender y por comprender las situaciones, lamentablemente lo perdemos... el tiempo.

Lo que sí ganamos es desconfianza. Y no solo sobre esa persona, sino que a lo largo de nuestra existencia vamos encontrándonos con personajes, que no personas, que van sumando para que dicha desconfianza la dirijamos y la enfoquemos momentáneamente hacia el ser humano en general. Insisto, momentánea y puntualmente. Entre otras cosas porque no todo el mundo merece ser prejuzgado por la culpa ajena de un tercero.

Qué patéticos llegamos a ser en algunos momentos. Si bien es cierto que todos hemos mentido o mentimos en algún momento, también está la versión de no contar toda la verdad. Que esa es otra. Otra justificación para situaciones que no tienen justificación, valga la redundancia.

No me refiero a mentiras para nuestra propia supervivencia, que quizá, y solo quizá, podrían ser llevadas al terreno de la benevolencia. Lo triste son las mentiras para quedar bien a través de una excusa vulgar, barata y, encima, de fácil descubrimiento. O para dañar... esas son las más crueles, retorcidas, inhumanas y déspotas de las existentes.

En realidad, desde mi punto de vista, mentimos por muchos motivos, pero uno de ellos es, sin lugar a dudas, el miedo a decir la verdad. Qué incongruente y a la vez tan curioso, ¿no creéis? Como suelo decir siempre, la confianza no se regala ni se da, se gana.


Foto: Google Search

martes, 31 de marzo de 2015

Las mejores sonrisas son las que nadie entiende...

Hoy me he despertado dormida, muy dormida, pero riéndome como prácticamente cada día. Y hace un momento pensaba en mi vida, con quién comparto mis alegrías y mis penas... y en este caso, las de quien también las sufre. Con quién discuto, con quién planeo y desplaneo, con quién improviso por las circunstancias del tiempo, porque el dichoso destino, o no, es caprichoso casi siempre.

Con quién compartir mi día a día es un regalo que me sigue llenando a diario. Pero sobre todo, con quién me río y a quien hago reír infinidad de veces. Y lo más divertido, sin duda, reírnos de nosotros mismos o incluso, reírnos de la sin razón, de esas cosas que no tienen sentido, de esa risa floja que no tiene explicación alguna más que la felicidad de pensar que la otra parte está sanamente loca... locamente cuerda.

Foto: Google Search

Y aunque los problemas existen, porque existen, nuestra propia existencia nos enseña que la vida es para vivirla, no para verla pasar, y que las risas, esas sonrisas exageradas transformadas en carcajadas... dan vida. Alimentan nuestra esencia para seguir sobreviviendo en una sociedad cada día más marchitada, más tóxica, más sin escrúpulos donde no nos queda más que ese ínfimo espacio entre dos personas llamado sonrisa.

Y estas risas tontas me han hecho recordar una reflexión personal que escribí hace un par de años que os dejo aquí mismo:

“¿No os habéis parado a pensar nunca que todas las modas pasan, el tiempo transcurre, los problemas se solucionan (de una forma u otra), que avanzamos hacia adelante porque ir hacia atrás no toca, que aprendemos a diario si estamos concienciados y predispuestos a ello…

...pero lo que jamás pasa de moda, ni el tiempo es capaz de borrar, lo que no es necesario solucionar porque no es un problema, que nos ayuda a ir hacia adelante con más alegría, y que la predisposición a regalarla nos hace más felices... es LA SONRISA? Yo sí, sé que LA SONRISA NUNCA PASA DE MODA."

Estoy de acuerdo, LAS MEJORES SONRISAS SON LAS QUE NADIE ENTIENDE. Incluso a veces, ni uno mismo... y doy fe de ello ;)