Lo de que Facebook te recuerde publicaciones de años pasados tiene su parte positiva. De esta manera he recordado que el 18.06.14 escribí la siguiente reflexión que sigo ratificando.
Sencillamente, porque somos humanos. Porque esos días oscuros siguen formando parte de nuestro ser, y así, sin más, aprendemos a conocernos más y mejor. Nuestras flaquezas y nuestras fortalezas en una única existencia, compartida, por supuesto, pero... al fin y al cabo, como suelo decir, somos tan perfectamente imperfectos... Aquí os la dejo:
”De repente, descubres que hay días en los que todo te puede. Todo te agota. Todo te consume. Todo cuanto creías tener controlado se descontrola, se ofusca, se enquista, y se disipan incluso las ideas más claras de tu propia existencia.
Días en los que descubres que apagas la luz y lo sigues viendo del mismo color monocromático que había estado pintando tu día, tu anterior noche. Descubres tus flaquezas, tus debilidades, tus miedos que no viven en simbiosis con los que hasta entonces sí lo habían hecho.
Y de pronto, el descanso. Y con él, el Oxígeno. Te calma, te sosiega, te tranquiliza y te entiende, te comprende y te apoya. Y aunque la complejidad de cada uno de nosotros es sumamente única y personal, a veces solo es necesario saber que hay un hombro donde sollozar, un regazo en el que descansar el agotamiento de las guerras transcurridas sin tregua.
Entonces te percatas de que todo lo vivido es positivo. Que todo cuanto has sufrido tiene su recompensa porque, a pesar de las batallas ganadas y de las luchas vencidas, aún hay un resquicio de humanidad en nuestro respirar y más aún en nuestro latir. Y te das cuenta que, el ser humano inhumano, también es parte de nuestros sentimientos más escondidos, incluso de los más animales."
Foto: Michal Zahornacky
Interesante reflexión en la que, como ave fénix, nos reconstruimos a nosotros mismos tras navegar por tiempos de zozobra e inestabilidad. ¿Qué sería de nosotros si no tuviésemos esas mesetas desapacibles que nos impulsaran a seguir escalando para alcanzar la cumbre, la de cada uno? Me gustó mucho el texto, Elia. Gracias.
ResponderEliminarBuenas tardes Juan.
EliminarGracias a ti por tu comentario. Me alegro que te haya gustado.
Así es, hay que estar en el suelo y magullado de vez en cuando, para poder curarnos las heridas, coger impulso y seguir levantándonos y seguir creciendo.
Saludos y feliz domingo :)