No es solo mi marca personal. No es solo una de las tantas palabras que llevo tatuadas en mi piel. No es solo el nombre de mi blog profesional.
No es solo una palabra que se ha puesto de moda. No es solo eso… es más. Serendipia es todo. Sí, TODO.
Y con todo me refiero a que todos somos Serendipia. He llegado a la conclusión que somos Personas Serendipia. Y así nos he bautizado. Siempre somos el encuentro fortuito de alguien mientras buscaba otra cosa. O sin buscar.
Las redes sociales nos han permitido ser personas Serendipia para muchas otras tantas que nos han encontrado sin pretenderlo, sin preveerlo. Sin buscarnos.
Personas que son regalo. Como esas caricias donde uno podría quedarse a vivir aunque fuera un breve tiempo caduco.
Me siento afortunada. Estoy rodeada de personas Serendipia. Personas regalo. Personas que hacen que mi vida tenga más sentido que si no formaran parte de ella, de mi existencia.
Personas que hacen que Serendipia tenga más valor en mi vida. Más aún si cabe del valor diario que ésta conlleva.
Y sonrío. Sonrío cuando me mandáis enlaces con imágenes de productos con la palabra regalo, con Serendipia, porque os ha recordado a mi.
Sonrío cuando veis anuncios en la televisión donde sale la palabra Serendipia y me escribís privados para decirme que os habéis acordado de mi. Sí, sonrío cada vez que hacéis esto y más, que es muy a menudo.
Sonrío porque no sois conscientes de que todos vosotros sois parte de mi Serendipia. La que tiene que agradeceros soy yo a vosotros, no vosotros a mi.
Gracias de corazón a todas esas Personas Serendipia que lográis que, una parte de mi, alcance ser quién soy. Sí, GRACIAS.
SERENDIPIA, del verbo "gracias por aparecer en mi vida sin pedirlo. Sin preveerlo." Porque claro, así, sí. Sin dudarlo. Sin titubear. Sin pensarlo. Sin... con TODO.
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