domingo, 18 de junio de 2017

QUERIDOS MIEDOS. 👊🏻

Cuando sientas que ya no puedes más, mírate al espejo. Filtra aquello que creó tus miedos. Obsérvate. Pero obsérvate bien, no desde fuera, si no desde dentro, que es cuánto importa y desde donde realmente importa. Claro, así, sí.

Acarícialos para que comprendan que ellos y tú sois parte de un mismo ser. De un mismo yo. De un mismo tú, sí, tú mismo, claro.

Susurra a los miedos, así, al oído, como aquél que no quiere la cosa. Cuéntales tu historia. Tus historias, que son muchas ya.

Hazte cómplice de ellos, porque en algún momento, en algún lugar, en algún punto en el que conspire de nuevo el Universo, te tocará volver a lidiar con ellos. Y entonces, vais a necesitar volver a ser parte de un mismo ser. De un mismo yo.

Queridos miedos. Vuelvo a estar aquí, a vuestra vera, o vosotros a la mía. Comprendiéndonos. Entendiéndonos. Y sobretodo, respetándonos.

Queridos miedos. Me queda mucho por vivir. Muchísimo por aprender hasta el fin de mi existencia. Mucho por aportar... y, sin duda alguna, mucha guerra por dar.

Vamos a hacer un trato. Yo permitiré que permanezcáis en un espacio pequeñito de mi ser, para que me mantengáis en estado de vigía, en estado de alerta. Y a cambio, vosotros respetaréis que no sois más que una parte de mi para seguir creciendo, sin que ello conlleve hundirme, ni desfallecer, ni tan siquiera dejar de quererme.

Queridos miedos, vamos a retroalimentarnos para seguir mejorando juntos, para seguir viendo el mundo como un espacio para poder ser la mejor versión de nosotros mismos, y no la que la sociedad intenta marchitar de forma consciente, aunque incongruentemente no se percaten de ello... o sí.


Queridos miedos. Todos somos tan inconmensurables que hay que aprender a veros desde otra perspectiva. Claro, así, hasta me parecéis enternecedores. Mi amor propio y yo, hemos decidido convivir en simbiosis con vosotros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario