Querer a medias no es querer. Los sucedáneos son mediocridades que no merece nadie. Eso mismo, NADIE.
Los valientes quieren de verdad, y bien, claro, quieren bien y no a medias.
Los valientes quieren a pulmón abierto, a pecho descubierto, desgarrando el alma para curar las heridas que se visten con corazas del pasado... en el presente.
Esas heridas con complejo a cactus, que pinchan con las decepciones, que hieren con las desilusiones, que nos fortalecen en las tempestades sin oxígeno.
Los (y las) valientes que quieren de verdad se ríen de los #miedos. Esos que no permiten ser felices. Esos que frenan la actitud de la #felicidad, los que frenan la evolución de las emociones. Las propias, claro... y las de los demás, por supuesto.
Querer a medias no es querer. Porque la mejor medicina para los miedos es un abrazo, pero la mejor para poder seguir respirando es el amor, sea en la forma que sea, al nivel que sea, en la dirección que sea y con la intensidad que sea.
Nacemos solos y morimos solos, pero el camino de nuestra existencia es, afortunadamente, un sendero largo con tantos baches que, sin duda alguna, es mejor compartirlo para apaciguar las caídas que él conlleva.
QUERER, del verbo "todos necesitamos vivir sintiendo amor, aunque éste mute por las circunstancias, pero queriéndonos primero a nosotros para querer bien, y no a medias, a los demás."
Ilustración: Henn Kim (soy una incondicional de sus ilustraciones).
Fue
ResponderEliminarQuerer a medias...es ciertamente un engaño. Es un ahora sí me conviene...ahora no me vienes bien, es decir, a conveniencia.
Cierto. No es amor querer a medias.
Gracias por tu comentario Carmen. Así es.
ResponderEliminarUn abrazo!!