Tal día como hoy, hace dos años… Tantas experiencias y situaciones transcurridas. Tantas alegrías, tristezas, decepciones, risas y carcajadas… lágrimas por doquier. Tantos pensamientos y tantos anhelos. Tanto aprendizaje… y lo que queda por llegar.
Tal día como hoy, hace dos años, llegaba a Madrid con la maleta cargada de cosas materiales y mi mochila personal llena de ilusiones. Mis infinitas ganas de comerme el mundo que perduran, que no se han dormido ni se han quedado en ese estado de letargo que a veces cedemos, porque no se lo he permitido… ni pienso hacerlo.
Tal día como hoy llegaba a Madrid, exhausta, agotada después de dos noches de aventuras y desventuras que mantuvieron mi estado de vigía despierto más que nunca. El coche cargado. La adrenalina de las ansias por llegar actuando de cafeína. Muchos kilómetros por delante y en Madrid, preocupaciones. En Girona, más.
Y después de dos años, echo la vista atrás y no cambiaría, posiblemente, ni un ápice de lo vivido. Porque todo cuanto he sufrido me ha hecho aprender. Todo cuando he sentido me ha hecho crecer. Y todo cuanto sigo viviendo a diario, me hace mejor persona. Sigo siendo una loca apasionada que vive con intensidad todo cuanto hace, y así seguiré siendo porque no sé vivir ni ser de otra manera.
Hace dos años dejé mi ciudad, mi familia, mis amigos y la mayor parte de mi vida a buen recaudo de unos padres a los que adoro y quiero por encima de todas las cosas. Era momento de dar un paso hacia adelante. Un gran paso hacia el abismo de una puerta infinita. Era momento de respirar a diario el Oxígeno que me sigue dando vida. Y hoy, un 22 de febrero de 2015 donde me siento inmensamente feliz al lado de Quien estoy, haciendo lo que me apasiona cada día, y habiendo conocido a muchísimas personas en el transcurso de estos dos años a las que algunas las considero amig@s, y otras, como todo en la vida, han sido parte del camino que quedó en el baúl de los recuerdos y de mi propio aprendizaje a través de las decepciones.
Y es curioso cómo suceden las cosas en la vida. Esas casualidades en las que no creo. Hoy, también hace un año que fuimos a buscar al mamut de cuatro patas de casa a la Protectora, Freud. Y sonrío al pensar todo lo que hemos vivido. Momentos que no han sido nada fáciles. Muchas risas y algunas lágrimas también, cómo no. Pero compensa con creces.
Hoy tengo más motivos para no arrepentirme absolutamente de nada de lo que he hecho. Pero menos motivos de arrepentimiento tengo de todo cuanto me queda por vivir. Ya lo dije el 1 de enero e insisto en ello, prepárate 2015, porque tengo la convincente intención de agotarte. Así que testarudez, persistencia, cabezonería, lucha, predisposición y valentía, venid a mi que tenemos trabajo!! Agarrémonos que vienen curvas.
Foto: Google Search
¡Adelante!
ResponderEliminarEl mundo es tuyo.
Sueña alto
Pisa fuerte.
Respira, respira, respira...
Para ti, con aprecio.
Muchísimas gracias amigo mío Antonio!!!! Un abrazo lleno de energía positiva :)
EliminarLos cambios son complicados, querida; pero que no quepa duda que son necesario y, ante todo, curten. Abrazos y besos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Alex. Además, es curioso como cuerpo y mente se llenan de sabiduría para hacerte saber cuándo es necesario ese cambio o cambios :)
EliminarUn abrazo, amigo.
me gusto mucho tu historia ... saludos
ResponderEliminarBuenos días ElPato Poeta.
EliminarMuchas gracias. Es solo una pequeña pincelada sintetizada y contada en forma de reflexión personal :)
Saludos y gracias por el comentario.
No me gusta para nada tu reflexión, carece de sustento,contenido, consistencia,nada sentido, todo ego, lamentablemente mediocre!!!
ResponderEliminarImposible de entender como tienes tantos seguidores!!!
Buenos días Estela García.
EliminarEn primer lugar, gracias por tu comentario. Dudo que carezca de sustento, contenido y consistencia cuando estoy hablando de mis dos años en Madrid. Lo de “nada de sentido” debe ser para ti, porque para mi lo tiene todo, por supuesto. Y no se trata de ego, se trata de una experiencial personal, es decir, la mía, no la tuya o la de nadie más.
Dicho esto, y después de leer tu comentario, debo sacar la conclusión de que, o no has leído con atención mis palabras o tienes algún problema personal conmigo que, obviamente, ignoro.
Por otra parte, yo no obligo a nadie a leer mis reflexiones ni mi blog. Así que eres bien libre de leerlo o no, pero si pretendes despotricar para hacer daño, te has equivocado de lugar.
Saludos.
No es una reflexión, es el relato de un momento de tu vida y como tal, me parece perfecto. Lo que no me gusta tanto es la gente que sin estar obligada a leer, ni siquiera obligada a entrar en el blog de nadie, lo hacen para menospreciar e insultar. ¿Quién es más mediocre que quién sin ser invitado te escupe en el café? ¿quién puede juzgar el contenido, sustento o sentido, de algo vivido por otra persona ajena?. Es una pena que exista gente con tan pocas cosas que hacer que dediquen su tiempo a meter el dedo en el ojo de los demás. Vive y deja vivir. Si algo no te gusta, no lo repitas. Y si repites, con respeto, porque nadie obliga a leer, ni siquiera a pasar por aquí, es voluntario. Nunca me quejo cuando en un bar tomo un café y no me gusta, simplemente no vuelvo. Mejor limpiemos la entrada de nuestras casas que criticar la de los demás porque nunca se sabe quien tiene más polvo acumulado.
ResponderEliminarBuenos días JoAnCel.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Nada más que añadir :)
Saludos!!