jueves, 12 de febrero de 2015

Cometer locuras inconscientes de forma consciente. Crecer...


Creo que a veces es necesario cometer locuras inconscientes que rompan los esquemas de nuestra propia existencia, para dar más vida a la propia vida. Siempre que no dañen a nadie... ni a nosotros mismos. Aunque al fin y al cabo, tanto las locuras conscientes como las inconscientes forman parte de ese ser en el que nos vamos convirtiendo en el transcurso del tiempo.

Es cuestión de absorber experiencias. Batallas ganadas que han llegado a través de las derrotas, de los pseudofracasos que nos enriquecen, que nos hacen aprender, que nos hacen más fuertes, más resistentes... esas que nos hacen crecer.

Y aprendemos a observar a nuestro alrededor, a veces con una pasividad inquietante. Otras, con ese ser visceral, con esa impulsividad que nos lanza al precipicio de las consecuencias. Esa que nos empuja a un vacío incierto. El de los riesgos que merecen ser vividos.

Ahora toca seguir existiendo y viviendo de forma consciente. Quitar la arena que molesta en el camino para allanarlo y crear así, a nuestro antojo, un destino que solo de nosotros depende que esté escrito en lo que será el transcurso de nuestra esencia. Esa mochila cargada de lo que somos. Porque en definitiva, somos la suma de nuestras experiencias y nuestras emociones, pero sobre todo, lo que hacemos con todas ellas.


3 comentarios:

  1. Excelente reflexión.... A aprender de ella

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    1. Buenos días Carol.

      Creo que todos aprendemos de todos. Gracias por tu comentario. Pasa un un feliz fin de semana :)

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  2. Gracias a ti que tengas un excelente fin de semana

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