”Me apetece escribir la partitura musical de mi propia existencia. Siendo capaz de borrar las notas estruendosas para cambiarlas por melodía. Notas en blanco y negro o de color, qué más da mientras el ritmo continuado del sendero sea armonioso en la medida de lo posible. La consciencia palpable de que la desidia marchita los sonidos que nos encontramos en el camino.
Despertares que regalan vida cual noche poseída por las alegrías, por el nerviosismo de ser, de sentir, de vivir… y sobre todo de compartir.
Y transcurren los días, las horas y los minutos para seguir creciendo, para seguir aprendiendo, para seguir siendo mejores personas y hacer de este lugar, de esta partitura, de estos sonidos, un lugar mejor digno de recordar.
Al vaivén de la sociedad caprichosa deambulan como hoja al viento muchas esencias vacías, con el recuerdo aletargado de lo que fueron. Olvidaron que un día en el pasado sintieron eso que se llama vivir. Hasta que te das cuenta que la vida es para vivirla, no para verla pasar."
Foto: Google Search
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