Dice el dicho que la curiosidad mató al gato. Yo creo que lo hizo más sabio, más audaz, más inquieto y más curioso aún si cabe.
Entendí que después de descubrir tantos mundos ajenos, era momento de descubrir el mío propio.
De descubrirme a mi.
De entenderme a mi.
De enfadarme conmigo, también, para conocerme más, y sobre todo, mejor.
De aprender a quererme mejor, porque más es solo un adverbio de cantidad. Y no.
Entendí que la curiosidad hace de la inquietud por saber, a una persona más sabia, más generosa, más sosegada en conocimiento, pero más hambrienta por seguir aprendiendo.
Entendí que después de tanto tiempo navegando a la deriva, nada fortalece tanto el cerebro humano como la curiosidad.
Esa inquietud por crecer. Pero crecer bien, desde dentro.
CURIOSIDAD, del verbo "seguir descubriendo mundos para encontrar el nuestro." 🌟🌟
Alguien me pidió una vez que hiciera uno de "mis verbos" con la palabra CURIOSIDAD.
Pues no se me ocurre una metáfora mejor que hablar de DESCUBRIR MUNDOS, y todo lo que ello conlleva. Sobre todo, el nuestro propio.
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