lunes, 11 de septiembre de 2017

ESA DIFERENCIA LLAMADA DEMOSTRACIÓN 💙

Y nos ofuscamos en las palabras. En esos escritos excelsos que enamoran el oído, la vista y las circunstancias. Las circunstancias de las entrañas, claro.

Esos suspiros remendados por unos “te quiero” que llenan momentáneamente. Que apabullan con el tiempo de la sequía como el agua de la deforestación. Carente de su existencia.

Pero claro, en los momentos arcaicos de la desesperación todo el mundo quiere, incluso sin querer. 
Y claro, así, no. 
No y punto. 
No nunca. 
No y ya.

Qué manía esa, la de querer mucho pero querer a medias. 
No hay que aprender a querer tanto, si no mejor. 
Quiere menos, de verdad.
No te llenes la boca de tantos “te quiero”. 
En serio, no quieras tanto, pero quiere bien. 
Quiere de verdad.
De verdad.
Quiere.
Quiere bien.

Porque todo es mucho más sencillo cuando entendemos que la diferencia entre decir “te quiero” y querer, se llama DEMOSTRACIÓN. 
Y claro, así, sí… 
Así siempre. 

Sí, siempre.


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