Cuando se derrumbe tu mundo, acércate al mío. Hay oxígeno de sobra para construir.
Oxígeno de sobra para crecer, para sosegar... para perder(nos) las miradas en la oscura noche llena de calma, la tuya.
Oxígeno de sobra para reír hasta la indecencia de las horas perdidas del tiempo, y en el tiempo.
Segundos hechos horas. Horas hechas días. Días hechos eternos. Lo efímero de lo que nunca llegó a ser, que nunca es. Que las circunstancias nunca son las que anhelamos.
Ay, cuando se derrumbe tu mundo, de verdad, acércate al mío. Y lo intangible de lo efímero dejará de ser ese tiempo caduco y perecedero, para ser.
Para SER y ESTAR. Y claro, así, sí. 💙
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